martes, 17 de diciembre de 2013

Yo siempre evito hacer cualquier cosa que pueda provocar actos en otras personas que yo no puedo predecir. 

Porque me asustan sus posibles reacciones. Debo pensar, detenidamente, las posibles opciones que pueda desencadenar aquello que voy a hacer. Y si no me convencen, no lo hago.

Da igual si alguien me pide que lo haga por ella, da igual si quiero hacerlo yo por alguna persona... No soy capaz. Porque, ¿cuál será su reacción de entre todas mis opciones? ¿Se reirán de mí? ¿Conmigo? ¿Será bueno que lo haga? 

Realmente no lo se, y por mucho que quiera saberlo, tengo demasiado miedo para averiguarlo.

Esos días.

A veces tienes uno de esos días. Ya sabes, esos días.

Días en que nada más levantarte por la mañana piensas que el día puede ser bueno, que simplemente tienes ganas de saber que ha preparado el mundo para ti. Y sales de casa, listo para afrontar cualquier cosa que te ocurra.

Y durante ese día, lo pasas bien. Todo esta bien. Normalmente no pasa, pero hoy todo paso. Sacaste una buena nota en un examen, hablaste con gente en clase y te reíste con ellos, alguien tuvo algún detalle contigo y eso te hizo feliz... Cualquier cosa.

Pero entonces llegas a casa, vienes del instituto. Entras en tu habitación, dejas la pesada mochila en el suelo. Por el camino, le contestaste a tu madre todo lo que te ocurrió porque siempre viene a buscarte. Y entonces, aun con una pequeña sonrisa en tu rosto, te tumbas en la cama porque estas agotado.

Esa sonrisa desaparece.

Y en ese momento es cuando te das cuenta de que nada esta bien en realidad. 

De pronto, sientes como un triste sentimiento se apodera de ti. Realmente... No les importas a nadie, tus notas, sean buenas o malas, te son irrelevantes... Nada importa, nada esta bien.

Ya sabéis, uno de esos días.
Aunque realmente, me gustaría ser una persona con la que vale la pena estar.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Yo, estaré a tu lado. Lo prometo.

Haré lo que sea por verte sonreír.

Intentaré que jamás estés triste.

Te demostraré la gran persona que eres.

Y me alegraré de que seas feliz.

Y cuándo este segura de que tienes a alguien mejor que yo para hacer todas esas cosas por ti, me iré.

Desapareceré.

Porque no es bueno para nadie, estar mucho tiempo conmigo ~

miércoles, 4 de diciembre de 2013

A veces me pregunto: '' Si de verdad me tuvieras a tú lado, ¿seguirías diciendo que me quieres tanto o te morirías de asco por como soy? ''
Es decir, ¿realmente espero encontrar a alguien que lo de todo por mí cuándo yo no se dar nada por nadie?

No creo que haya nadie en el mundo dispuesto a estar con alguien como yo, a dar lo que sea por que yo sea feliz mientras que yo solo se deprimirme y desconfiar de él, además de no mostrarle apenas cariño.

No, la gente así no existe. No para mí. 

No se a quien estoy esperando.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Necesito alguien a quien poder confiarle mi vida.
-  ¿Por qué te odias a ti misma?

+ ¿Por qué me odiáis vosotros a mí?
Si eramos amigas y yo hice todo lo posible porque no nos distancíaramos mas de lo que lo estabamos ya, y tú, que prácticamente pasaste de mí y yo tuve que acostumbrarme a estar sin ti, pretendes ahora volver, puedes irte por donde has venido.

Yo antes, solía esforzarme por no perder a la gente, intentar complacerles, hacer lo que fuera para no perderles, ¿pero sabéis? Eso no me hacía feliz. Ni tampoco me hizo feliz ver como aún así, casi todos se iban. Aunque diese lo mejor de mí, todos se alejaban... Todos encontraron a alguien mejor.

Y eso duele.

En vista de eso, decidí que ya no me esforzaría por conservar ninguna amistad ni ninguna especie de relación con nadie. Se que no es lo acertado; o darlo todo o no dar nada, pero yo soy así. Total, si di lo mejor de mí a algunas personas y se fueron, ¿por qué con otras va a ser distinto? 

Simplemente he decidido aceptar que todo el mundo se irá. ¿He hecho amigos nuevos? Genial, me alegro. Pero seguro que se irán, seguro que se olvidaran de mí. ¿Alguien dice quererme? Guay, yo también te quiero. Pero no hay nada que destacar en mí, no tengo ningún talento. Hay millones de personas mejores que yo, también te irás.

Y si alguien decide irse, por mucho que me duela, no le pararé ni le diré nada, simplemente aceptaré que se vaya.

Incluso, si llegó a querer mucho a alguien puedo llegar a no expresar todo el cariño que siento hacia ella para que crea que no la quiero y se vaya para evitar encariñarme con ella para que luego desaparezca, o también trato de decirle que no la necesito o cosas así, para que, por mucho que me importe, pueda irse lo antes posible de mi lado. Antes de que la quiera tanto, que tenga que llorar en su partida. 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Cosas sobre mí.

  • Tengo 16 años.
  • Soy realmente tímida.
  • Soy una persona bastante sensible.
  • Me preocupa mucho que la gente de mi alreador a la que quiero este bien, me importa muchísimo más que yo misma.
  • Nunca me ha gustado que los demás se preocupen por mi, pero me gusta ver que hay gente que lo hace.
  • Suelo sonreír siempre o lo intento.
  • Adoro a los animales. Mis animales preferidos son los gatos, los búhos, los hurones, los zorros y los patos. 
  • Soy gran fan de Japón en general.
  • No me gusta ir a discotecas, odio los sitios llenos de gente.
  • Mis colores favoritos son el negro, el morado, le plateado y el verde.
  • Amo los peluches, tendría una habitación entera llena de ellos.
  • Me interesa mucho el kendo, y me gustaría aprender.
  • Tengo debilidad por las cosas monas.
  • Entrenadora pokémon desde que tengo consciencia de vivir.
  • Me perdería en uno de esos bosques tan enormes y llenos de diferentes tonos de verdes.
  • Beber café en una tarde de invierno.
  • Fan de los dulces.
  • Los helados de avellanas y menta y chocolate son mis favoritos.
  • Soy mas de invierno que de verano.
  • No me gusta estar acompañada de gente constantemente porque me agobia, necesito mi espacio.
  • Los días de lluvia son lo mejor.
  • Tengo cara de niña buena, o eso lo que me han dicho ya muchas veces.
  • No tengo una sonrisa perfecta ni mucho menos.
  • Tengo una cicatriz en el ojo izquierdo.
  • Una de mis manías es que para dormir o pongo música que me gusta o tiene que haber silencio.

Y eso es todo por el momento.
Ponerle fin a algo siempre nos asusta, pero a veces es necesario.

"No pasa nada".

Empezaré esta entrada con: ESTOY HARTA DE QUE SIEMPRE ME DIGAN QUE ''NO PASA NADA'' Y LUEGO ME HAGAN SENTIR COMO UNA PUTA MIERDA PORQUE SI PASA ALGO.

Perdón, pero me encanta escribir en mayúsculas y mas si estoy depre o algo.

En fin, estoy escribiendo por el motivo que expresan las letras en mayúscula. ¿Sabéis? Es que ya estoy harta. ¿De que? De todo.

A mí me preocupa horriblemente estado de la ente que me importa, odio que me oculten que están mal pero odio mas aun que me oculten que están mal por mí culpa. De verdad, me sienta fatal.

Te dicen ''No pasa nada''. Pero te lo dicen to' convencidos para hacerte sentir bien, para que te lo creas y cuando menos te lo esperas... ¡ZAS! Te demostrarán que en realidad si que les importa y te harán sentir como la peor persona del mundo.

A mí me ha pasado eso ya como cinco veces por lo menos. Y con la misma persona.

Y como he dicho, estoy harta.

Me da igual si esa persona no quiere dejar de estar conmigo. Estar conmigo no le hace ningún bien. Solo le decepciono y él a mí por mentirme. Estamos jodidamente mal.

Estoy harta, esto se tiene que acabar. Por mucho que duela, es hora de ponerle un final.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

martes, 26 de noviembre de 2013

Bueno, cuando has tenido unos cuantos amigos y te has dado cuenta de que todos se han ido yendo y has tenido que hacer amigos otra vez y estos se han ido de nuevo... Creo que es comprensible que creas que todo el mundo se irá. Solo es cuestión de tiempo.

Nunca me he creído mejor que nadie, pero tampoco acepto que según que gente se crea mejor que yo. 

Aún así, ¿por qué está conmigo la gente? ¿Es por qué no tenéis a nadie mas? Os iréis en cuanto encontréis a alguien mejor que os quiera, ¿verdad? No es que así lo crea, es que se que así será. Lo siento, no puedo confiar en vuestra palabra, pero tampoco quiero. He creído ha mucha gente a la que no debí creer y aun así sigo creyendo a mucha gente a la que no debería creer. 

Pero no importa, podéis iros. Yo también huiría de mí si pudiera. No soy nadie importante, soy una persona cualquiera. Hay de mejores, por supuesto. Y no, no digáis que no hay gente mejor, o que os quedaréis, que estaréis conmigo siempre porque eso solo me da ganas de reír.

Cuando la confianza de una persona es traicionada probablemente eso dejará cicatrices que, de una manera u otra, le perjudicara en el futuro. Bien, pues yo no se creer en nadie. 

En realidad te acostumbras a no creer en nadie, a estar solo. Pero no te acostumbras al dolor que te produce. Nunca puedes acostumbrarte a cosas así. 

Pero da igual, ya todo me da igual.
  • It's okay if you don't want to talk to me or if there's someone better than me to talk to. I will be there as always, waiting for you.

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Sabéis esa gente que solo sabe quejarse y no hace nada para cambiar las cosas?

Pues hola, soy yo.
A veces pienso en como será todo en el futuro. ¿No habéis pensado vosotros también en él alguna vez? ¿Cómo os gustaría que fuese?

Yo, realmente, se lo que quiero. Quiero miles de cosas. Pero no se ni que haré de aquí dos años, así que no puedo pensar en como me irá la vida en el futuro. No se si encontraré algo que estudiar que me agrade de verdad, si podré confiar en la gente de nuevo, si discutiré con mis padres por alguna razón y dejaremos de hablarnos... No se, hay mil opciones. Y si te pones a pensar en ello, puedes estar horas.

Tomar decisiones es agobiante; no hacerlo sería aburrido porque no tendrías derecho a decidir. Pero yo soy una persona indecisa, no se tomar decisiones importantes, y es horrible. Espero que no seáis como yo. 

Pero ni si quiera me imagino a mí de mayor, con 20 años. Que si, que solo me quedan cuatro años, pero wow. Ya serán 20 años. No se, ya eres adulto y tal. Yo con 20 años y un trabajo o estudiando, no me imagino ninguna de las dos cosas. Posiblemente estaré sin hacer nada y desperdiciando mi vida :D Tampoco es que sepa que hacer con ella. Vivo el día a día con lo que viene. 

Molaría muchísimo encontrar alguien con quien ahorrar durante unos años e irnos de viaje por muchos sitios *que se note que me gusta soñar*

No se como será mi vida de aquí un par de años, pero ya se verá. Supongo que no puedo agobiarme por algo que aun no ha llegado. En realidad si que puedo. Pero bueno, no se si mi vida ahora es buena o mala, pero creo que cuando era un niña alegre e inocente que tenia amigos pero prefería quedarse en casa jugando a Pokémon, dibujando o jugando con su hermana no se imaginaria por todo lo que pasaría. Ni que la propia vida me haría pasarlo tan mal a veces. 

Aún así, quiero saber como seré yo de aquí cuatro años. Y entonces, ya os contaré.
Ni si quiera se como deshacerme de un sentimiento que llevo cargando hará ya unos seis meses. No se como deshacerme de él porque no se ni como expresarlo. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Una carta para él.

''No me puedo creer que al final este haciendo esto. Que te este escribiendo esta carta que pensé en escribirte tantas veces. He de contarte algo. Son las cuatro de la mañana, ahora mismo te veo dormir. Te ves tan inocente, espero que estés soñando con algo agradable. 

Realmente no se que hago despierta a estas horas, será quizás que el sentimiento de culpa es más fuerte que mi sueño.

No he dejado de quererte ni tampoco estoy con otra persona, tranquilo. Pero he tomado una decisión, posiblemente esta carta es lo último que vayas a saber de mí. He decidido que es mejor dejar esto. Y por favor, no creas en ningún momento que tienes algo de culpa porque no es así.

Eres perfecto, y los meses que he pasado a tu lado han sido los mejores de mi vida, pero dije que eras perfecto, y en efecto, así es. Pero una persona perfecta ha de ser acompañada por alguien igual de perfecta que ella. Tú solías decir que yo lo era, almenos para ti, y eso me hacía feliz. Pero, realmente nunca me he sentido perfecta para ti. Quizás es porque solo veo lo malo que hay en mí. 

¿Recuerdas cuándo discutíamos? Tú siempre me lo perdonabas todo porque querías que esto siguiera adelante. En cambio yo ya proclamaba que eso sería el final. 

Si fuera por mí, esto ya se habría acabado hace mucho.

Tengo miedo a sufrir, y por lo tanto, a ser amada. Es por eso quizás, que aunque en mi corazón solo estés tú y nadie más, no podrías sentirte amado con toda esa totalidad porque mi miedo no me dejaría expresarlo. Por ello lo pasaríamos mal ambos, y yo quiero que tu estés bien.

Si ya he pensado en terminarlo, si tengo miedo a expresar lo que siento por mucho que me repitas que me amas... Si solamente, tenemos que estar mal por las cosas que pienso y por mis miedos... Lo siento, pero no te merezco. Tú me mereces a mí, y mucho mas. Por eso, olvídate de mí. Busca a alguien acorde a tu perfección. Que confíe en ella misma, que no tenga miedo a amar y que te entienda. Que sepa prepararte un café y unas tostadas por la mañana como a ti tanto te gustan y que te haga reír. Pero sobretodo, que no huya al ver que lo está pasando mal como verás que he hecho yo. Se feliz.

Hasta nunca, yo.''

Aquello es lo que leí esa mañana en lugar del periódico. En lugar de ver a la persona que amaba preparando el desayuno. 

En algunas partes de la carta, la tinta estaba borrosa porque alguna lágrima debió caer. 

Esa mañana no desayuné. Cogí mi abrigo y salí a buscarla. No podía desayunar sin su compañía al igual que no podía ser feliz sin ella.


Ya no se si prefiero estar despierta y seguir soñando o irme a dormir y no volver a soñar nunca más.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Esos momentos
en los que sabes que
te ocurre algo pero no sabes
que es. Esos momentos.
Echo de menos el poder estar una semana sin salir de casa y quedarme dibujando sin que me dijeran que era antisocial o rara y que estaba perdiendo el tiempo por dibujar.
Ayer, si no recuerdo mal, me sentí horrible. Horriblemente mal.

Sentí que es aquello de ser la segunda opción. Sí, lo vi bien claro con mis propios ojos aquello que ya sabía. Sé que en mi instituto no soy importante para nadie, y la importancia de mi vida para alguno de ellos es inexiste aunque sepan de mi existencia. Aún así fue doloroso. Mas bien, es doloroso comprobar algo que ya sabes con tus propios ojos, porque ya no puedes negar que son imaginaciones tuyas, te la acaban de demostrar.

Hay una chica que suele estar conmigo porque básicamente no tiene nadie mejor con quien estar. Y no me molesta, ni la quiero ni la odio. Me es irrelevante, pero, aun así, que me demuestre que ya sabía que estaba conmigo solo por eso. Um, no es agradable.

De cualquier manera, eso no es lo importante. Lo importante es que después de aquello me puse a pensar en que quizás, solo soy la segunda opción. La segunda opción para cada una de todas las personas que parecen apreciarme. ¿Y sabéis qué? El hecho de pensar en esa idea mínimamente me deprimía y me asustaba a la vez. Parecía tan real...

No se que pretendía transmitir con lo que acabo de escribir, simplemente quería quitarme este horrible sentimiento de encima.

Pero no funcionó.
Hoy es día 22.
 
La pareja de patos es feliz.
 
 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cuando era un poco mas pequeña, no entendía porque a los adultos les costaba tanto dirigirte una sonrisa a veces. Y ahora, a mis 16 años, creo que por fin lo entiendo.

Es porque están agobiados por su trabajo. Porque llegan tarde, porque trabajan mucho, por cualquier cosa. También puede ser porque algo malo les ha ocurrido pero al ser adultos deben fingir que estar bien porque ya nadie tiene porque cuidar de ellos, y supongo que no quieren mostrar debilidad porque no quieren preocupar a nadie. Y me parece triste, porque deben pasarlo mal.

Parece una tontería, pero yo me di cuenta de ello una mañana que mi padre me llevo al instituto y llegaba como cinco minutos tarde. Se que no quería llegar tarde de nuevo porque había llegado tarde a esa misma clase el día anterior, además había empezado el curso en una clase donde no conocía prácticamente a nadie y odiaba que todos me mirasen mal al entrar o se burlasen de mí. No se si había algo mas aparte de ello... ¡Ah si! Esos días estaba algo deprimida porque me sentía realmente sola en el instituto y todo eso. La cosa es que de camino mi padre tuvo que pararse delante de un paso de peatones y no se quien paso y le saludo y sonrió como hace la gente maja en plan: ''Gracias por pararse''. Y él le devolvió el saludo. Yo estaba pensado cosas en plan: ''Joder, se para ahora que tengo prisa'', ''Mierda, ya verás que llego super tarde'' o ''Sí, voy a sonreírte ahora que tengo prisa y no estoy de humor''.

Y con ese último pensamiento lo comprendí todo. Realmente me sentí fatal al pensar así, pero no lo pude evitar.

Lo que mas me preocupó fue el hecho de que... ¿Me estoy haciendo mayor?
A veces simplemente necesito subir al tejado de mi casa, al atardecer, y ver la puesta de sol.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Nada mas.
Últimamente estoy pensando en que soy una persona complicada.

Estoy mal, cuando digo estar bien. Estoy bien, aun estando mal. Estoy mal cuando estoy mal. ¿Qué sentido tiene?

No pretendo tener alrededor de mí gente que me adore, simplemente que me aprecie mínimamente. Ey, pero si yo tengo gente así. ¿Por qué siento que estoy sola aun así?

                  Quizás no les importo.
 
 Quizás están engañándome.
 
 
Quizás en el futuro van a abandonarme.
 
Quien sabe, ya me han ocurrido tantas cosas que creo que es normal que ya no sepa en quien confiar, o mejor, que no sepa en quien confiar. Pero es doloroso, no poder creer en nadie, aunque hagan mucho por ti, aunque esas personas te importen.
 
Es curioso como odio ser débil, como necesitar a alguien que cuide a todas horas de mí. Pero no, me niego. No quiero que nadie tenga molestarse en mí, ni quiero admitir que necesite tal ayuda.
 
Realmente estoy llena de contradicciones. Y si algún día consigue entenderme alguien, que me explique como lo hizo, porque ni si quiera yo misma me entiendo.



El 22 es una pareja de patos.
 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Seguramente, lo mejor es que este aquí, en esta isla. Lejos de toda esa gente que dice quererme. 

Sí, es lo mejor. Si están lejos almenos no les molesto, almenos no tienen que soportarme si no quieren. Puedo estar mal, llorar... Y no tendrán porque consolarme porque tan solo debo decirles que estoy bien.

Es lo mejor , si. Aún así, daría lo que fuera por tener a alguien a mi lado ahora mismo.
No entiendo como puedes querer a alguien tanto o mas que a tu propia vida.

¿Cómo puedes hacerlo?

¿Por qué?

¿A quién puedes querer tanto?

No lo se, pero me encantaría saber porque las personas buscamos una compañía fiel hasta el día de nuestra muerte.

Quizás nos asusta vivir como moriremos. Solos.
Estoy llena de preguntas. 

Necesito una explicación para cualquier mínima cosa.
¿Nunca os habéis levantado una bonita pero desagradable mañana sin ganas de hacer nada? Bonita, porque todas las mañanas lo son. Desagradable, por lo que te espera ese día.

Realmente odio los días así. 

No es que odies el mundo y todo lo que hay en él, simplemente hoy no estas de humor para soportar al mundo y a los caprichos del destino. Simplemente te gustaría descansar de todo un día. Solo quieres dormir en tu cama durante toda la fría mañana.

Pero no puedes.

Y te levantas, forzado. Y piensas: ''Que remedio, si no llegaré tarde''. Desganado, te preparas. Desayunas y sigues sin perder la esperanza de poder pasar el día en casa.

Y aunque todos cuantos te encuentras de camino a tu destino, y en el mismo destino, están alegres, tu no comprendes porque tu no estás alegre, porque querías tan solo quedarte en casa. ''Debe ser porque no me sienta bien levantarme pronto'', piensas. ''O quizás no debería haberme ido a dormir tan tarde. Realmente no lo sé'', añades. 

Simplemente no querías que hoy llegara porque sabías que esta bonita y desagradable mañana te estaría esperando al día siguiente, cuando decidieras cerrar los ojos.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Cuando miro al cielo.

Había una vez dos estrellas. Ya sabéis que, aunque parezca que dos estrellas están cerca, están realmente lejos la una de la otra. La historia que voy a contar tiene mucho que ver con esto. Mo era una estrella que tenia a alguien que quería realmente lejos. Era otra estrella, su nombre era Oz. Era la estrella a la que mas quería, pero también a la que tenia mas lejos. Y aunque él estuviese lejos sentía que siempre estaba allí para ella. Como estaban lejos las veces que se hablaban debían hacerlo gritando, pero esos gritos molestaban a las demás estrellas. Por eso un día, el Dios del cosmo en el que habitaban les prohibió la única manera que tenían de comunicarse. Ahora imaginad que os quitasen, bueno, mas bien os prohibiesen, la única manera que tenéis de comunicaros con quien mas queréis. No saber nada el uno del otro. Doloroso, ¿verdad? Pues eso les paso a Mo y Oz. Imaginad tener que existir sin lo que mas queréis. 

Ambos eran infelices. Cuando las estrellas son infelices, dejan de brillar, poco a poco.  Eso les paso a Mo y Oz. Pero eso no les entristecía realmente, porque a medida que las estrellas dejan de brillar, llega un punto en el que caen, que es lo que nosotros llamamos ''estrellas fugaces''. Por eso caen, por eso las vemos caer. 

¿Y qué pasa con ellas cuándo caen? Llegan a un concreto punto de la Tierra, perdido y que todos desconocen, en donde caen. Y allí, después de un par de segundos, desaparecen. Mo y Oz sabían que si eso acababa por pasar solo estarían unos segundos cerca, pero habiendo estado lejos desde que se conocían eso les parecía un regalo. Y aunque eso fuera el camino a su muerte, esperaban ansiosos su caída. 

Y en poco tiempo, aquel momento llegó. Las demás estrellas, como espectadores, las vieron caer. Los humanos, desde su hogar, las vieron caer desde el cielo a un lugar desconocido. Al estar apunto de desaparecer para siempre, ambas estrellas se sentían tan bien por poder estar una al lado de la otra que era algo indescriptible. Se miraron, se dijeron cuanto se querían y desaparecieron. 

Ambos murieron siendo felices. Resulta imposible, ¿verdad? Morir siendo feliz... Para Mo y Oz fue posible. Pero dicen también, que cuando una estrella desaparece, o en este caso desaparecen, nace una nueva. Eso es cierto. Nace una nueva estrella justo en el sitio donde estaba la que desapareció. Por lo tanto, dos mismas estrellas ocuparon el lugar de Mo y Oz. 

La historia se repitió. Y así hasta ahora. 

En parte me entristece que la historia se repita, que solo por nacer en un lugar tengas un destino que no puedas cambiar por poco que te guste. 

Hoy vi dos estrellas fugaces; me acuerdo de esta historia cada vez que veo dos estrellas caer, desaparecer... Ojalá yo también pudiera desaparecer junto a la persona que mas quiero.
¿Os imagináis que sería irse a dormir y no volver a despertarse?

Esa idea me aterra.

Pero, ¿os imagináis que sería irse a dormir siendo feliz y no volver a despertarse?

Esa idea, en cambio, me tranquiliza.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Cuento。

Hay un señor al que voy a contarle todos mis sueños y no se el porque. Mis padres dicen que los sueños son importantes, y que este señor sabe interpretarlos bien. Pero, ¿por qué debo creerles? Ellos no son nada para mí, no entiendo el concepto de lo que es una familia. ¿Qué les importarán a ellos mis sueños? ¿Por qué cada mañana la misma pregunta? ¿Por qué un ''¿Recuerdas que has soñado?'' y no un ''¿Qué tal has dormido?'' ? ¿Es esto una familia? De todas formas, ¿por qué este señor? ¿Por qué no otro? ¿Por qué un hombre y no una mujer? ¿Si tan importantes son mis sueños por qué debo contarselos a cualquier desconocido? Si ni si quiera tengo respuestas a las preguntas básicas que forman parte de mi realidad, ¿cómo obtendré respuestas a preguntas del mundo de los sueños? No entiendo nada. ''Solo eres un niño'', me dicen. Quizás tengan razón, pero eso no significa que crea en todo lo que me dicen y no quiera respuestas a mis preguntas. Solo saben contestarme lo que les interesa para manejarme a su antojo. ''Eres nuestro hijo'', me repiten cada vez que les protesto cuando tratan de ocultarme algo. Yo no decidí ser vuestro hijo, vosotros tampoco me adoráis. No se que tenemos de ''familia''. De nuevo este lugar, frente a frente con este señor. Ni si quiera se su nombre, ¿cómo se supone que debería llamarlo? No es la primera vez que le veo, ni que hablamos, pero nunca antes había pensado en ello. Solo se que es un señor al que debo contarle lo que soñe hoy. Siempre me dice lo mismo: ''Dime, ¿qué has soñado hoy? Puedes confiar en mí'', con la misma sonrisa hipócrita de las otras veces. Él tampoco debe saber mi nombre. Quiero respuestas. Hoy no va a ser como las demás veces:

-¿Cómo se llama usted?- le pregunto.

-¿Por qué? ¿He salido en uno de tus sueños?

-No. Conteste- nunca he sido de hablar mucho, prefiero ser directo.

-¿Si te lo digo podremos hablar de tus sueños mas tarde?

-Sí, pero también quiero hacer otras preguntas.

-Esta bien. Mi nombre es Kora.

-Tiene un nombre curioso. ¿Sabe usted el mío?

-No.

-¿Y no debería saberlo ya que sabe de mis sueños que no le cuento a nadie mas?
-No tiene porque.

-¿Y por qué no?- parece que solo se preguntar.

-Son cosas de mi trabajo. Eres un niño, no lo entenderías.

-Sí, soy un niño, pero si no me lo explica tampoco lo entenderé nunca- digo algo indignado.

-Dime, ¿cuál es tu nombre?

-Me llamo Rira, señor.

-Que nombre tan bonito, aunque algo peculiar para un niño.

-Digaselo a mis padres, no a mí. Aunque me gusta mi nombre.

-Genial, antes de hablar de tu sueño, ¿puedo preguntarte algo?

-Usted es el que hace las preguntas siempre, las hará aunque le dijera que no.

-Vaya, hoy estas muy despierto. 

-Siempre lo he estado, pero trato de callar mi mente.

-Entiendo. Bueno, ¿por qué has querido saber mi nombre?

-Siempre me dice que puedo confíar en usted pero la verdad es que me es imposible confíar en alguien de quien ni si quiera se su nombre.

-¿Y confías en mí ahora?

-Supongo- una de mis típicas respuestas.

-Bien. Procede a hablarme de tu sueño- me dice, con la mirada fija en mí y sonriendome de una manera algo terrorífica. Si pudiera, saldría de aquí corriendo pero alguien me cogería y me harían volver aquí. Por lo tanto, sería inútil.

-Bueno, el sueño de hoy me resulto agradable en cierto modo- hago una pausa para ver si quiere decir algo pero al parecer solo espera a que continue. Continuo. -Estaba tumbado de costado en un fondo negro, es decir, no se vislumbraba nada mas. Y yo dormía. Ambas manos estaban cerca de mi cabeza como si estuvieran colocadas bajo un cojín imaginario y mis piernas estaban ligeramente flexionadas. Pero de pronto siento como una mano venida de a saber donde coge mi mano ligeramente y me eleva de aquel suelo negro en el que dormía. Se que iba subiendo mas y mas pero el paisaje no parecía cambiar, seguía siendo todo oscuro. Tan solo sé, que cuando fui consciente de que alguien me agarraba la mano en el sueño yo también la agarré con fuerza porque no quería que me soltase, pero, justo cuando hice eso, me soltó. Como si en el momento en que confíe en aquella ayuda venida de la nada, ella decidiera fallarme. Al soltarme, recuerdo caer, pero sin llegar al fondo, al lugar donde estaba antes. Sentía como caía en aquel lugar sin fondo, y mirase donde mirase todo era negro. Y así, hasta que me desperté.

-Fue un sueño corto pero intenso por lo que veo. ¿Algo mas?

-Sí, mientras todo eso pasaba, yo era consciente, sabía que aquel era yo. Veía todo lo que pasaba y sin embargo no era capaz de interferir.

-Eso no te había pasado antes, ¿verdad?

-No.

-Ajam- dice, como forma de demostrarme que me ha escuchado mientras apunta cosas en una libreta que lleva siempre. Debe estar llena de notas sobre mí. Me gustaría leer todo lo que hay ahí. Tengo derecho.

-...-me limito a mirar como apunta cosas. Como siempre.

-Bueno, por hoy puedes irte.

Y eso pasaba siempre. Le cuento algo personal, no me dice nada al respecto y me dice que me vaya. ¿Por qué? Creo que hoy me harté de no obtener respuestas a nada:

-No, Kora. Ahora se supone que puedo confiar en ti. ¡Quiero respuestas!- dije algo alterado.

-Por favor, vete. No debes preguntar tanto. Solo eres un niño.

-¡Estoy harto de que me tratéis no como un niño, si no como un ser idiota que acaba de nacer! ¿Quién eres tú? ¿Qué hay en tu cuaderno sobre mí? ¿Qué deduces de mis sueños? ¡Quiero saberlo todo!- digo mirándole fijamente y poniéndome de pie.

De pronto, oigo el ruido de una puerta al abrirse. Asustado, me giro. Dos hombres vienen hacia mí. Miro a Kora. Sonríe. ¿Por qué? Cuando me doy cuenta esos hombres están a mi lado sin posibilidad de escapar para mí. No me resisto.

Hoy ha sido un día extraño, normalmente no me altero tanto y me guardo las preguntas para mí e intento resolverlas por mí mismo, pero, ¿por qué hoy no pude? De momento a casa mis padres no dijeron nada. Normalmente ni hablan con Kora antes de irnos ni se quedan sin decir nada. Les pregunté si ocurría algo, y me disculpé por mi comportamiento. Ellos simplemente dijeron que no importaba, que todo estaba bien y me sonrieron. Eso me pareció siniestro; me lo parece cada vez mas a cada vez que lo pienso, tumbado en la cama de mi habitación, mirando al techo. Pero supongo que debo confiar en mi ''familia''.

Aun así, tengo miedo.

Lo que paso al día siguiente... No puedo contároslo con seguridad. Al parecer en este mundo, cuando alguien quiere saber mas de lo permitido se encargan de que no vuelva a querer saber de mas. Eso me dijeron desde el otro lado de la celda en la que me encontraba:

-Papá... Mamá... ¿Os quedaréis conmigo hasta que pueda salir?- pregunté asustado.

-No, hijo. A saber cuando será eso- dijo mi madre con frialdad, como si no le importara ver a su hijo allí.

-Te dijimos que eras solo un niño. Dudo que puedas volver a salir.

-Siento no haberte echo caso pero... Pero... Vendréis a verme, ¿verdad? ¡Sois mi familia! ¡Dijisteis que era vuestro maldito hijo!- grité impotente mientras empezaban a brotar lágrimas de mis ojos.

-Adiós hijo- dijo mi padre.

-¡No me llaméis eso! ¡No tenéis ningún derecho!- grité. Y así estuve hasta que se alejaron tanto que ya no les vi. -Papá... Mamá... No os vayáis... -dije sin fuerzas al cansarme de gritar.

Parece que mi sueño me estuviera advirtiendo de lo que iba a pasar hoy, que quienes me ayudaron fueron los mismos que me dejaron caer. No pude luchar contra la gente que estaba en mi contra. Desde entonces no quise volver a saber nada nunca mas.

Por cierto, hablé con Kora, ni si quiera era ese su verdadero nombre.
HTML,BODY{cursor: url("http://downloads.totallyfreecursors.com/cursor_files/candypink.ani"), url("http://downloads.totallyfreecursors.com/thumbnails/candypink.gif"), auto;}