sábado, 23 de noviembre de 2013

Una carta para él.

''No me puedo creer que al final este haciendo esto. Que te este escribiendo esta carta que pensé en escribirte tantas veces. He de contarte algo. Son las cuatro de la mañana, ahora mismo te veo dormir. Te ves tan inocente, espero que estés soñando con algo agradable. 

Realmente no se que hago despierta a estas horas, será quizás que el sentimiento de culpa es más fuerte que mi sueño.

No he dejado de quererte ni tampoco estoy con otra persona, tranquilo. Pero he tomado una decisión, posiblemente esta carta es lo último que vayas a saber de mí. He decidido que es mejor dejar esto. Y por favor, no creas en ningún momento que tienes algo de culpa porque no es así.

Eres perfecto, y los meses que he pasado a tu lado han sido los mejores de mi vida, pero dije que eras perfecto, y en efecto, así es. Pero una persona perfecta ha de ser acompañada por alguien igual de perfecta que ella. Tú solías decir que yo lo era, almenos para ti, y eso me hacía feliz. Pero, realmente nunca me he sentido perfecta para ti. Quizás es porque solo veo lo malo que hay en mí. 

¿Recuerdas cuándo discutíamos? Tú siempre me lo perdonabas todo porque querías que esto siguiera adelante. En cambio yo ya proclamaba que eso sería el final. 

Si fuera por mí, esto ya se habría acabado hace mucho.

Tengo miedo a sufrir, y por lo tanto, a ser amada. Es por eso quizás, que aunque en mi corazón solo estés tú y nadie más, no podrías sentirte amado con toda esa totalidad porque mi miedo no me dejaría expresarlo. Por ello lo pasaríamos mal ambos, y yo quiero que tu estés bien.

Si ya he pensado en terminarlo, si tengo miedo a expresar lo que siento por mucho que me repitas que me amas... Si solamente, tenemos que estar mal por las cosas que pienso y por mis miedos... Lo siento, pero no te merezco. Tú me mereces a mí, y mucho mas. Por eso, olvídate de mí. Busca a alguien acorde a tu perfección. Que confíe en ella misma, que no tenga miedo a amar y que te entienda. Que sepa prepararte un café y unas tostadas por la mañana como a ti tanto te gustan y que te haga reír. Pero sobretodo, que no huya al ver que lo está pasando mal como verás que he hecho yo. Se feliz.

Hasta nunca, yo.''

Aquello es lo que leí esa mañana en lugar del periódico. En lugar de ver a la persona que amaba preparando el desayuno. 

En algunas partes de la carta, la tinta estaba borrosa porque alguna lágrima debió caer. 

Esa mañana no desayuné. Cogí mi abrigo y salí a buscarla. No podía desayunar sin su compañía al igual que no podía ser feliz sin ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

HTML,BODY{cursor: url("http://downloads.totallyfreecursors.com/cursor_files/candypink.ani"), url("http://downloads.totallyfreecursors.com/thumbnails/candypink.gif"), auto;}