Estaba sola, seguía pensando en él, simplemente, no era capaz de evitarlo:
-No puedo evitar extrañarte... Ahora que no estas a mi lado me doy cuenta de lo mucho que te necesito, no sabes como noto tu ausencia... Pero, ahora es tarde, ¿verdad? -dije descuidada, pensando en voz alta con palabras salidas de mi corazón.
-Sí, lo es -dijo una voz. No lo podía creer... ¿De verdad era él? No quería que escuchara todo lo que acababa de decir, sinceramente no esperaba encontrarme con él, ni aquí ni en ningún sitio...
-¿Qué haces aquí? -le pregunté, impactada por verle aquí.
-Tan solo daba un paseo -hizo una leve pausa, -pensaba en ti -dijo al proseguir. -Pero fue una coincidencia que nos hayamos encontrado.
-¿¡Cómo!? Pero... Si aún piensas en mi, ¿te sigo importando?
-No solo eso, a pesar del daño que me hiciste te sigo queriendo. Pero si, es tarde. Deberías haber pensando mejor lo que me dijiste... -Nunca pensé que las palabras de alguien pudieran conmoverme a la vez que entristecerme de esta manera, ya que el dolor que sentía ahora tan solo era culpa de las palabras que anteriormente le había dicho.
-Yo... -estaba sin palabras. No sabía como explicarle de alguna forma, para que pudiera entender, como me sentía en ese momento... Yo... Realmente me sentía fatal.
-Bueno, me voy. Ha sido un gusto volver a verte -dijo educadamente, a pesar de que si estaba sufriendo, era por mi culpa.
-¡Espera! -le dije sin apenas pensar en que le iba a decir a continuación.
-¿Qué quieres? -dijo paciente.
-Lo siento -y al escuchar eso no pudo evitar sorprenderse. -Siento no haber pensado lo que te dije, ni haber pensado en tus sentimientos... Se... Que fui muy egoísta. Te hice mucho daño, ¿verdad?
-No sabes cuanto. Pero, como tu dijiste anteriormente, ya es demasiado tarde...
-...
Él, sin apenas mirarme, se giró y poco a poco se fue alejando de mi.
