Ambos somos unos mentirosos.

¿Pero qué coño te has creído? ¿Eh? Diciendo esas cosas que me hacen sentir bien, que me hicieron quererte... Pero tan solo eran puras mentiras. A los mentirosos se les corta la lengua, ¿sabes? ¿Tengo que cortarte la lengua? ¿Tengo que ver como sufres y que ello en vez de preocuparme, me reconforte? Mi odio, mi dolor... Se han aliado, y ya no queda sitio para esa parte de mi que aun te quería o que tan solo te apreciaba mínimamente. Pero ese odio, no solo es hacia ti. También es por mi, me odio a mi misma. Dije que no volvería a creer en las palabras de alguien, que haría aparentar que si pero que realmente no seria así. Y aun así, tus estúpidas palabras llegaron a mi frágil corazón al que intente proteger. Ambos somos unos mentirosos. ¿Ves estas tijeras? ¿Tu o yo?

Es curioso como cambian las cosas; como cambia la gente mas bien. Un día lo tienes todo y a todos y al día siguiente, por cualquier cosa, es completamente diferente. Esa gente que fueron mis amigos durante un tiempo, con los que salí a pasarlo bien y que ahora, simplemente, eso se termino. Quizás que unos se fueron se fueran me dolió mas o menos, o directamente nada porque aquello que yo consideraba una amistad, no lo era. Pero dejando ese tema aparte, lo que mas me sorprende es como han cambiado y lo bien que viven sin mi. Claro que, yo tampoco lo echo mucho de menos. Terminan con gente con la que yo nunca habría deseado estar ni por ellos. Terminan siendo gente muy diferente de la que conocí; bien diferente de como los conocí. Pero he de decir que cuando los conocí por lo menos, fueron personas geniales.

Dije que iba a dejar que se fuera, por su bien y por el mio, supongo. Y lo estaba cumpliendo. Pero nadie sabe, nadie se puede imaginar lo feliz que me hace que me hable, porque aunque le quiera dejar ir no quiere decir que no me importe y que no le quiera como gran persona que es. Aun así, no quiero que esto sea siempre así, no quiero hablar con él todos los días porque si no me seria muy difícil o imposible dejarle ir. Yo me conformo con saber de él de vez en cuando. Y así, él puede seguir su vida sin tenerme a mi en cuenta como algo importante en su vida. Aunque seguramente si es así, acabara olvidandose de mi. Y sera feliz.